Home » blog » 5 preguntas que hay que hacer antes de invertir en una startup
Invertir dinero en una startup tiene el potencial de producir rendimientos significativos, pero no es una empresa libre de riesgos. No hay garantías de que una startup despegue, y si fracasa, los inversores pueden irse sin nada. Antes de sumergirse en una inversión como ángel, convertirse en un capitalista de riesgo o invertir en una startup a través de una plataforma de crowdfunding, hay varias preguntas clave que los inversores deben hacer.
Así que tu primo o tu antiguo compañero de habitación de la universidad ha venido a ti para invertir en su startup, que en realidad parece atractiva sobre el papel.
Antes de invertir, entiende el alto nivel de riesgo que implica la inversión en las primeras etapas (ángel investor).
Asegúrate de hacer tu debida diligencia o due diligence. Dependiendo de la inversión, es posible que tengas que tomar un papel activo en la nueva empresa.
También presta atención a los plazos previstos, el rendimiento de la inversión, y cómo vas a cobrar finalmente.
El nivel de implicación que acompaña a la inversión en una startup corresponde directamente al tipo de inversión. Por ejemplo, alguien que invierte en una startup a través de una empresa de capital de riesgo, por ejemplo, tendría una interacción limitada con el equipo que dirige la empresa. Un inversor ángel, por otra parte, está mirando un escenario muy diferente.
En el caso de las inversiones ángeles, el inversor recibe una participación en el capital de la empresa, lo que significa que tiene la oportunidad de participar en la toma de decisiones, junto con la dirección de la empresa de nueva creación. En comparación, un inversor que financia la campaña de crowdfunding de una startup también recibiría una participación en el capital pero no tendría el mismo alcance de control que un inversor ángel. En última instancia, es importante tener claro cuánta o cuán poca participación te gustaría tener al entregar el dinero a una startup.
Por cada historia de éxito de la noche a la mañana, hay cientos, si no miles de startups que tardan años en obtener beneficios. Invertir es un juego a largo plazo, pero es importante tener alguna idea del marco temporal para poder compararlo con tus expectativas personales. Mientras que algunos inversores pueden sentirse cómodos con la idea de esperar diez años para obtener un retorno, otros pueden querer recuperar su dinero dentro de cinco años.
Evaluar el historial de la startup puede facilitar la aproximación a la duración del horizonte de inversión. Una forma de juzgar el potencial de una empresa es la tasa de quema o burn rate. Esto es simplemente cuánto dinero se está gastando cada mes. Si una startup está todavía en sus primeras etapas pero la tasa de desgaste es excepcionalmente alta, eso puede ser una señal de que los inversores van a esperar más tiempo para recibir un pago.
Las inversiones en capital riesgo y en capital ángel suelen estar impulsadas por el deseo de ayudar a los empresarios a tener éxito, pero la posibilidad de ganar dinero también forma parte del atractivo. Analizar el potencial de retorno de la inversión (ROI) asociado a una startup en particular es una necesidad para los inversores que se centran en la maximización de las ganancias. Una vez más, el rendimiento depende del tipo de inversión de que se trate.
Para un inversionista ángel, es típico anticipar un retorno anual en el rango de 30% a 40%. Los capitalistas de riesgo, por otro lado, asumen un mayor grado de riesgo que se traduce en una mayor tasa de rendimiento esperado. El crowdfunding de acciones es una estrategia de inversión de alto riesgo y como es aún relativamente nueva, es difícil fijar una tasa de retorno promedio.
Al estimar los rendimientos, hay que tener cuidado de no pasar por alto ninguna comisión o costo asociado a la inversión. Por ejemplo, puede haber honorarios de gestión anuales relacionados con una inversión de capital de riesgo. Las plataformas de crowdfunding también cobran a los inversores una comisión por utilizar sus servicios. Cuanto mayor sea el gasto asociado a una inversión concreta, más se reducen los beneficios.
La diversificación es el punto de referencia de cualquier cartera de inversión sólida, y el objetivo número uno es minimizar el riesgo sin reducir los rendimientos. Al considerar una inversión inicial, los inversores deben ser conscientes de cómo afecta a su mezcla de activos y nivel de riesgo general. Sin embargo, encontrar el equilibrio adecuado puede ser difícil.
En el caso de las acciones, existen claras divisiones entre las clases de activos que facilitan la distribución del riesgo. Las startups requieren una forma diferente de pensar porque es esencialmente una proposición de éxito o fracaso. Como regla general, mientras más son las startups en las que un inversionista pone dinero, mayores son las probabilidades de lograr los rendimientos deseados. Al mismo tiempo, repartir demasiado poco dinero de inversión puede ser contraproducente si no hay un ganador en el paquete.
Tener una estrategia de salida definida es un requisito para cualquier inversión, pero es particularmente importante con las startups. Los inversores deben tener claro cuándo y cómo podrán retirar su inversión inicial, junto con cualquier ganancia asociada. Por ejemplo, un inversor ángel necesitaría saber en qué momento podrá vender sus acciones. Una vez más, por eso es necesario ser consciente del tiempo que se necesita para asegurarse de que puede salir en un punto en el que se sienta cómodo.
La inversión en startups es una excelente oportunidad para que los inversores amplíen su cartera y contribuyan al éxito de un empresario, pero la inversión en una empresa de nueva creación no es infalible. Aunque una empresa pueda tener fuertes proyecciones de flujo de caja, lo que se ve bien en el papel puede no traducirse al mundo real. Tomarse el tiempo necesario para llevar a cabo la debida diligencia al investigar una inversión en una nueva empresa es algo que los inversores no pueden permitirse el lujo de omitir.